Las sociedades competitivas, ¿favorecen el acoso? El acoso escolar, doméstico y laboral, ¿no son manifestaciones de lo mismo en ámbitos diferentes? Un estudio de la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid estima que el modelo educativo actual, heredero del implantado durante la Revolución Industrial, fomenta el individualismo y la ambición y tolera cierta agresividad, rasgos de carácter que acaban expresándose en el colegio, la familia y el trabajo.
Siendo las cosas así, ¿por qué no hablar del acoso con los propios escolares y abrir el debate con una representación teatral, de la misma manera que una película daba pie a los apasionados coloquios de La Clave, programa memorable conducido por José Luis Balbín en la Televisión Española de la segunda mitad de los años setenta y de los primeros ochenta? Gustavo del Río ha escrito y dirigido un espectáculo que toca sucintamente todos los palos de problema tan complejo (soledad y desorientación paternas incluidas), para espolear al público adolescente pero también al adulto.
Mosca aborda el acoso desde las ópticas de quien lo sufre en primera persona, de un padre que achaca