El acoso escolar se ha convertido, desgraciadamente, en una lacra social. Sin embargo, parece que las cosas están cambiando y cada vez se denuncian más las situaciones de bullying y se toman medidas a todos los niveles para proteger a niños y adolescentes.
Es duro darse cuenta de que tu hijo está pasando por una situación de este tipo, pero si eres consciente de ello, el siguiente paso es denunciar el acoso escolar para buscar una solución al mismo.
Primer paso para denunciar el acoso escolar
La mayoría de los actos de abuso ocurren dentro de los centros educativos, por lo que como padres lo primero que hay que hacer es hablar con los responsables del mismo. Una primera toma de contacto puede ser un escrito exponiendo la situación y solicitando soluciones, así como una entrevista personal con la dirección, los profesores o algún miembro del consejo escolar. Tampoco está de más
enviar otro escrito al AMPA para ponerlos al corriente del problema.
Muchos centros tienen ya planes de contingencia para actuar en estos casos. Planes que deben activarse en cuanto exista la sospecha de que está produciéndose una situación de bullying.
¿Qué hacer si el colegio no hace nada ante el acoso escolar?
Si el colegio no toma medidas, o las que toma no se consideran suficientes, hay que acudir a los órganos territoriales de educación. La Inspección Educativa tiene protocolos de intervención específicos para estos casos.
La Inspección examinará detenidamente la situación y si detecta evidencias de acoso implantará un plan de intervención y hará un seguimiento del mismo. En casos de extrema gravedad pondrá en asunto en manos de la Fiscalía de Menores si estima que se ha cometido algún delito.
Actuación ante los tribunales
Si la vía administrativa no consigue poner fin al problema el siguiente paso para denunciar el acoso escolar es acudir al juzgado. De hecho, los padres ya pueden encontrar hoy en día abogados especializados en bullying.
Muchas veces el acoso escolar incluye conductas delictivas como las amenazas o las agresiones físicas. En este tipo de situaciones se puede acudir a la vía penal. En función de la gravedad de la conducta realizada se pueden imponer penas como el internamiento en un centro de menores en régimen cerrado o semiabierto, trabajos en beneficio de la comunidad o pena de libertad vigilada.
El acoso escolar causa daños tanto en la víctima como su entorno y esos daños morales deben ser indemnizados. Lo normal es que el pago de la responsabilidad civil corra a cargo de los agresores (o sus padres si son menores de edad). No obstante, si ha habido negligencia por parte del centro educativo, también se puede reclamar de forma subsidiaria una indemnización al mismo.
En cualquier caso, lo que se busca es que el acoso cese y que el niño afectado pueda volver a hacer su vida normal sin ningún tipo de miedo ni represalia por parte de nadie.
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